Hola a todos, hoy voy a hablaros sobre algo que veo a diario en la escuela: los objetos de apego o de transición.
Este objeto generalmente es un muñeco de peluche, una gasa o un trapito de tela que el bebé podrá manipular fácilmente.
Tiene funciones psicológicas significativas, sobre todo para aprender a dormir solo o en momentos de conflicto, como por ejemplo después de un berrinche o la primera vez que va a la escuela. Este objeto suplanta algunas funciones de la madre cuando no está presente. Es un principio de seguridad y placer para el bebé al cual puede apretar y tener cerca.
El bebé adopta un muñeco de apego cuando comienza a darse cuenta de que es un ser independiente de la madre. Es, en cierta medida, un sustituto materno, no definitivo, sino para ciertas ocasiones. El objeto de apego le genera seguridad y compañía al bebé cuando este se encuentra solo. Y es muy importante, por lo dicho anteriormente, a la hora de ir a dormir. Es muy difícil que un bebé que ha optado por tener un muñeco de apego se vaya a dormir sin él.
El bebé elegirá aquel muñeco u objeto por el que sienta más afinidad. Es posible que tal vez la textura suave y agradable al tacto, el peso, el olor, la facilidad para manipularlo, sean cosas que el bebé tenga en cuenta a la hora de optar por su compañero de los primeros años de vida. Y si bien los padres pueden estimularlo brindándole varios juguetes y objetos, no le pueden imponer un muñeco en especial, será el bebé el que siempre elija, e incluso cambie, su propio muñeco de apego.
¿Debo lavar el muñeco de apego?
Por lo general se llega a un punto en que el muñeco debe ser higienizado, porque el niño termina llevándolo consigo a todos lados: a dormir, a jugar, a la guardería, mientras come, etc... Lo ideal sería no lavarlo a fondo y principalmente que el niño no presencie el proceso de lavado. Una de los lazos más fuertes que el bebé desarrolla por el muñeco se da porque es como una parte de él mismo: lo babea, lo arrastra, lo muerde, el muñeco tiene su olor y así lo reconoce como propio.
¿Y si mi hijo no adopta un muñeco de apego?
Que el bebé no adopte un muñeco de apego significa simplemente que no lo necesita. También es normal que el bebé no necesite de un objeto de apego. Es posible que en vez de un muñeco, el bebé adopte ciertas conductas que, en la práctica, lo reemplazan. Un ejemplo de estas conductas transicionales puede ser que se toque mechones de pelo con un dedos, que se duerma agarrado a la oreja de la madre, que se chupe el dedo, que doble el borde de la sábana, etc.
En principio son todo beneficios, pero hay que saber que esto es una etapa por la cual deben pasar, llegando cuando estén preparados a crear sus propios recursos frente a situaciones nuevas o estresantes y no depender de un objeto.
Hasta pronto!
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